
Hábitos De Alimentación ¿Podemos Mejorar?
Publicado por Coordinación Re... (no verificado) el Jue, 02/02/2012 - 00:00Hace unos 15 o 20 años atrás, ser vegetariano era sinónimo de ser excéntrico, vestir con ropas extrañas y colores poco formales, ostentar una actividad evasiva y sospechosamente pacifica, eran los típicos hippies, con los que la mayoría de las personas evitaba hablar sobre hábitos alimenticios. Hoy las cosas son distintas, hay cabida para todo, todo tipo de personas, todo tipo de comidas y, con el asunto de la globalización, la diversidad cultural se apoderó de todo tipo de restoranes.
Lamentablemente esta situación no representa una mejora considerable en las estadísticas del ministerio de salud, sobre las enfermedades relacionadas con la alimentación, todo lo contrario, aumento en la obesidad, la diabetes, colesterol y otros.
No se requiere de un gran análisis especialista para comprender las razones de esto, basta con ver las calles céntricas con sus letreros de ofertas, comida chatarra por doquier pero, creo que nos encanta culpar a la comida chatarra y ciertos hábitos norteamericanos de alimentación poco saludables y, nos cuesta mirar y evaluar lo que por tradición ha sido nuestra condena. A decir, esas exquisitas humitas, por ejemplo, hechas ojalá con manteca de tocino, esas cazuelas con grasa flotando sobre las presas, los deliciosos huevitos con longaniza, el mismo choripan, el pastel de choclo que, por delicioso que sea, aporta una cantidad exorbitante de proteínas sin verduras y, no podemos olvidar nuestras maravillosas empanadas… la lista puede ser interminable y, ¿Nos atrevemos a criticar la comida chatarra?
No es que esté en contra de la comida tradicional chilena y, casi puedo escuchar el argumento de las abuelitas que decían, “Yo he comido eso toda mi vida” pero, por favor, los consultorios están llenos de gente hipertensa, con problemas cardiacos, diabetes por doquier, ni hablar de la obesidad.
Hoy la información está al alcance de la mano, no necesitamos que un médico o nutricionista nos explique por qué debemos comer o no algunas cosas, sabemos los efectos del azúcar, comprendemos lo que las grasas saturadas hacen en nuestro organismo y, entendemos que el sodio en exceso nos perjudica pero, aún así, nos dejamos guiar por la publicidad y le entregamos nuestra salud al libre comercio, consumiendo bebidas gaseosas, golosinas, comida frita al paso y, apenas podemos, comida típica, con un particular sentido de patriotismo.
Para que hablar del alcohol, nos encontramos en la región del País, donde los jóvenes comienzan a más temprana edad a beber y, se considera normal el consumo de bebidas alcohólicas, siempre que no vaya a conducir, ¡bien por la ley de tránsito! Pero, ¿Y la salud?, ¿si no veo los daños, entonces no existen?, Yo no veo a los chinos, ¿No existen?.
Mi pregunta es la siguiente: ¿Qué se esconde tras estas absurdas conductas alimentarias?, ¿Es posible que no seamos capaces de asumir que eso es realmente un daño?. Porque yo no tomo un martillo para golpearme intencionalmente una mano pero, sí compro una promoción de hamburguesa y papas fritas que daña mi hígado. Tal vez, como el daño no es evidente, es decir, no hay dolor inmediato ni tampoco vemos qué es lo que ocurre, entonces preferimos pensar que, “una que otra vez no hará daño”, “por algo venden estas cosas”… eso precisamente es muy complejo porque significa que asumimos que “ALGUIEN”, está velando por nosotros, ya sea, autoridad de salud, gobierno o, no se quién pero, si lo pensamos un solo minuto, nos damos cuenta de la realidad; NADIE está cuidando de nuestra salud. Todo está en manos del libre mercado y, es nuestra decisión.
Ahora bien, no podemos negar que como País acogedor, para nosotros todo lo bueno se relaciona con la comida, recibimos a las visitas con comida, demostramos el cariño con la comida y, buscamos consuelo en la comida… psicología gourmet. Creo que llegó la hora de preocuparnos un poco más por nuestra educación emocional, no podemos solucionar todos los problemas comiendo, hay que madurar como sociedad, cuidarse es parte de una elevada autoestima, saber que hacer con las emociones negativas, demuestra capacidad de ser feliz.
No estoy diciendo que abandonemos la comida chilena, de vez en cuando está bien, tampoco digo que rodos debiésemos ser vegetarianos, sólo digo que debiésemos ocuparnos del tema, hacernos cargo de nuestra alimentación y buscar un equilibrio que nos proporcione salud y bienestar. Dejar de pensar que todo lo que nos ofrece la publicidad es bueno para nosotros y nuestros hijos.
Fuente: www.elurbanorural.cl [1]
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