Desarrollan Café Científico sobre tecnología emergente para la conservación de alimentos

Viernes 07 de Septiembre de 2018
CEAP, versión del tradicional Café Científico

Con el objetivo de dar a conocer los detalles y resultados de algunas pruebas preliminares realizadas en el CEAP en torno a una tecnología emergente, se llevó a cabo una nueva versión del tradicional Café Científico. Esta vez el énfasis estuvo puesto en el cold plasma, o plasma frio, una nueva tecnología no térmica de procesamiento de alimentos que utiliza gases energéticos y reactivos para inactivar los microorganismos contaminantes en carnes, frutas, verduras y superficies que tienen contacto con alimentos.

Esta tecnología ya tiene un lugar en el Centro de Estudios en Alimentos Procesados. Y es que el Ceap  se encuentra ejecutando una iniciativa que le ha permitido realizar pruebas experimentales con distintos productos, donde se ha evaluado  la  eficiencia, calidad sensorial y funcional y la inocuidad de los productos tratados con la tecnología.

En ese sentido, en el café científico, investigadores del Centro presentaron algunos resultados  obtenido hasta la fecha en torno a su uso, pero además expuso el Dr. Patrick Cullen, Académico del Departament of Chemical Environmental Engineering de la University of Nottingham del Reino Unido, quien dentro de su área de investigación lleva un tiempo trabajando en la aplicación de tecnología de plasma frío en agricultura, alimentos y medicina.

La actividad contó con la participación de académicos de distintas casas de estudio de la región, investigadores del Ceap y empresas de la zona.

PLASMA FRÍO

Se trata de una nueva apuesta que apunta a asegurar la inocuidad de ciertos productos alimenticios, disminuyendo su carga microbiana, aumentando su vida útil y reduciendo así el riego de contraer enfermedades de transmisión alimenticia. Y es que en la actualidad los consumidores esperan alimentos sanitariamente seguros, pero también son cada vez más los que demandan otros atributos tales como alta calidad nutritiva y sensorial, frescura, naturalidad, ausencia de aditivos, mínimo impacto sobre el medio ambiente; el problema es que los métodos tradicionales utilizados mayoritariamente por la industria para el procesado de los alimentos, pese a ser bien aceptados por los consumidores,  no permiten satisfacer todas estas exigencias.

En ese sentido, en el ultimo tiempo se han desarrollado, implementado y probado nuevas tecnologías que permitan conservar los alimentos pero tratando de no alterar mayormente sus características nutritivas, organolépticas y funcionales. Entre ellas, han surgido las altas presiones hidrostáticas, los pulsos eléctricos de alto voltaje, los ultrasonidos, los pulsos de luz -que incluyen diferentes rangos de ancho de banda- los campos magnéticos oscilantes y, más recientemente, el plasma frio.

Fuente: http://www.ceap.cl/